van morrison
Van Morrison Philosophers Stone
Santiago echaba la verja del bar. Toda aquella herrumbre se desmoronaba en el exterior con un estrépito de hierros y alerta definitiva para las parejas remolonas. Terminaban por levantarse de las mesas y abandonar el café.También había ajedrecistas, aunque estos no molestaban a Santiago. Los ajedrecistas eran graciosos, caminaban siempre como bajo un intenso chaparrón, y cuando sentados levantaban la mirada del tablero para inspeccionar furtivamente a la parroquia del café parecía como si estuvieran pidiendo auxilio sobre los escotes de las mujeres ajenas, las novias del domingo, adormiladas por la resaca y la rutina.
Los habituales nos disponíamos alrededor del mostrador, a espaldas de los ajedrecistas. A veces nos acompañaba un advenedizo insomne y mudo, con ganas de aventura, miedo al frío, cara de palo.
Entonces Santiago repartía la última consumición, la más gratificante de todas, porque era gratis, porque sonaba Van Morrison de fondo, muy bajito para no molestar a los ajedrecistas y para deleitarnos mejor con su vehemente elocuencia.
Había días en los que nos sorprendía la visita del mendigo Evelio, que venía a pedirle a Santiago un litro de leche. Si alguno lo saludaba se quedaba allí con nosotros mendigando tabaco y cerveza.
Evelio tenía un perro tiñoso, un desatinado cruce entre Mastín y Setter que siempre lo acompañaba. Santiago le permitía la entrada al animal, pues siempre se quedaba a los pies de su amo, esperando con resignación la caída de un azucarillo o una golosina, excepto cuando Evelio levantaba la voz y entonces al animal le daba por ladrar a los ceniceros con los ojos desorbitados.
La tormenta de ladridos duraba hasta que el apasionado discurso de su dueño desembocaba en una suerte de mocos y gimoteos indescifrables. A Evelio la embriaguez le desataba tanto la lengua como el llanto.
Aquel pobre animal lo miraba con conmiseración. Le lamía las heridas y los zurcidos de sus pantalones. Era el único destinatario de las pocas caricias que el mendigo acostumbraba a ofrecer, el resto eran improperios y maldiciones, incluso para nosotros, a quienes acusaba de cretinos y niñatos cuando nadie estaba dispuesto a suministrarle más tabaco y atención.
9 comentarios
ELRIC -
Por cierto: "The road of excess leads to the place of wisdom" así que iros todos a tomar por culo
AZAZEL -
Mescalina -
y deja a rictus,que he oido que ultimamente solo se entiende con un tal jeremias,uno de esos,de los de su clase....
Mescalina -
He de reconocer,que entre ellas siempre ha estado conocer que relacion pueden tener:
Una rosa azul en una solapa de un vestido rojo de un mimo
Un enano que come papilla mientras grita al mas puro estilo indio
Una oreja cortada en el cesped llena de hormigas
Los telones rojos
Cuadros de la pared,cuyas imagenes cobran vida
El terciopelo azul
O quizas,su unica relacion sea que no tienen nada en comun,ni un solo nexo de union...tan solo...la mente desquiciada de un gran genio.
ESTO VA PARA AQUELLOS QUE ME ENTIENDAN
Y PARA LOS QUE NO,QUE NO SE MOLESTEN,NUNCA LO COMPRENDERAN
copo del bien -
EVELIO -
CUANTO
TIEMPO.
QUE SEPÁIS QUE OS TENGO EN LA LISTA, HIJOS DE PUTA.
POR
CIERTO, TENGO ENTRE MANOS UN NEGOCIETE, REDONDO, TÍOS, PA CHUPARSE LOS DEDOS DE
COCINEIRO ROMPEHUESOS QUE SOY...
CONOZCO A UN PAR DE TIPOS...
LOCO 69 -
QUE LO ESTÁ HACIENDO POR SU SITIOOOO...ESE RISTO, ¿ES UNA MARCA DE
CHUCHES? ACLARAR PARA LOS RAROS, COÑO.
ANUNCIO: SE NECESITAN
VOLUNTARIOS PARA PEGAR EL PALO A LOS REYES. RAZÓN: HACE TIEMPO QUE SÓLO
SATISFACEN A LAS TÍAS.
¿OS PARECE POCO?
V109 -
copo del bien -